30 de Abril: Día Mundial del Veterinario

Cada 30 de Abril celebramos el día mundial del Veterinario. En este artículo te contamos por qué lo hacemos y cómo podemos agasajar a las personas que se abocan al cuidado de nuestras mascotas.

    Tabla de contenidos

  1. Un testimonio
  2. Los veterinarios a través de la historia
    1. La evidencia más antigua de la veterinaria
    2. La práctica veterinaria en Mesopotamia
    3. El papiro veterinario de Egipto
    4. Adelantos en la India
    5. La medicina veterinaria en Grecia y Roma

Todos los que tenemos mascotas, algunas vez hemos ido a un veterinario y su trabajo nos sacó de un aprieto y ayudó a nuestra mascota. 

Este 30 de abril se conmemora el Día Internacional del Veterinario, un día que nos hace reflexionar sobre la noble labor de estos profesionales que empezaron con el sueño de cuidar a los animales y muchos mantienen intacta esa pasión.

En este artículo te contamos por qué se celebra esta fecha y cómo surgió esta fecha y de paso aprendemos más sobre este oficio que beneficia a nuestras mascotas.

Día Internacional del Veterinario ¿Por qué se conmemora este 30 de abril?

Si hay una profesión que se merece un día, una de ellas tiene que ser la de veterinaria y sus trabajadores ¿no?

En 2008, la AMV y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) se pusieron de acuerdo en instituir el premio del Día Mundial del Veterinario como forma de recompensar la celebración más exitosa de la profesión por las asociaciones nacionales veterinarias, ya sea en conjunto con otros organismos o solas. 

Esta fecha reconoce a aquellas personas que dedican sus vidas a ayudar a los animales, y cuando hablamos de vida, hablamos de horas, turnos de noche, vigilias para recibir a cualquier animal que necesite atención. 

Los veterinarios son de las personas más atentas y desinteresadas del mundo. Tienen la difícil y muchas veces crítica tarea de cuidar y ayudar a los animales a recuperarse de lesiones, enfermedades, operaciones y accidentes.

Ellos son los principales impulsores de las campañas gratuitas de vacunación contra la rabia y también de castración y esterilización de mascotas, que se realizan periódicamente en nuestra ciudad.

Un testimonio

Yoselin Martín, veterinaria de La Plata, Buenos Aires, cuenta que llega a atender hasta 12 pacientes animales al día en un promedio de cuatro horas y que en los días de turno de noche, ha recibido hasta 10 animales en emergencia. 

El malestar más común que tienen las mascotas que atiende Marti, es la Gastroenteritis viral, cuya causa es la falta de vacunas, o por el efecto secundario de otras vacunas que les ponen y que les debilitan el sistema inmunológico.

“Me hace muy feliz la recuperación y evolución de los animales que pasan por internación, animales que vienen muy mal, que salen resucitados por así decirlo”, cuenta Yoselin, sobre la parte que más le hace feliz de su profesión.

Pero también piensa que los dueños de sus mascotas podrían tener muchas cosas en cuenta que podrían evitar situaciones de malestar: 

“Hay mucha falta de información y responsabilidad. Muchas venidas de emergencia se pueden evitar haciendo bien las cosas, como desparasitar, vacunar e informarse”.

Los veterinarios a través de la historia

La palabra “veterinario”, con el significado que interpretamos como quién provee cuidados médicos a los animales, algunos dicen que deriva del latín veheri, que significa “tirar”. 

En la antigua Roma, la palabra estaba relacionada a aquellas personas que cuidaban de los animales de trabajo, como caballos y ganado. 

Otro origen es el de la palabra, también latina, “veterinae”, que significa animal de trabajo. Ambos significados provienen de animales orientados al trabajo agrícola.

Es difícil determinar desde cuando la medicina veterinaria empezó a desarrollarse ni dónde específicamente, como análogamente es difícil determinar dónde se domesticaron los animales. 

Sin embargo, se piensa por medio de entre otros, pinturas, que a grandes rasgos la evolución de la práctica veterinaria en culturas muy antiguas, como la China, Egipto y la India, mucho antes que esta llegara a la Grecia o Roma clásicas, desde donde se extendería a través de toda Europa.

Es casi confirmado por todos los historiadores que médicos de Asia y Medio Oriente practicaban la veterinaria desde mucho antes que existiese la escritura, por lo que prácticamente no hay registros del inicio de esta práctica.

Los investigadores concluyen que para los tiempos de Hipócrates o Galeno -llamados los “padres” de la medicina-, la veterinaria era una práctica ya establecida. 

La evidencia más antigua de la veterinaria

Aunque no se puede establecer a ciencia cierta dónde se desarrolló por primera vez la medicina veterinaria, la evidencia disponible más antigua proviene de China. 

Una de las leyendas más populares de China dice que el Dios Fuxi y la Diosa Nuwa, crearon a la humanidad y le dieron el don de la civilización.

Los dioses pronto se encontraron con que los humanos no podían sobrevivir como estaban, ya que no sabían cómo cuidarse, vestirse o alimentarse. Entonces Fuxi enseñó a los humanos a cazar, pescar, escribir, cultivar alimentos, y por último, a domesticar a los animales de forma que no se tuvieran que arriesgar cazando. 

Después de la domesticación de los animales, se dice que Fuxi inculcó a la humanidad a cuidar de estos.

Los ejemplos de más antigüedad de medicina veterinaria en China tienen que ver con el cuidado de los caballos y el ganado.

Médicos conocidos como “sacerdotes de los caballos” usaban acupuntura para tratar a caballos enfermos, en el año 3.000 a.C. 

Desde entonces la medicina veterinaria evolucionó para incluir otros animales y el uso de hierbas medicinales y otros varios procedimientos en el tratamiento de varias enfermedades y heridas.  

La práctica veterinaria en Mesopotamia

En la Mesopotamia (actual Irak, Kuwait y Siria) la medicina veterinaria ya era conocida y ejercida en el año 3.000 a.C., y también estaba asociada con lo divino. 

Los dos tipos principales de médicos en Mesopotamia eran el Asu, que trataba las heridas y enfermedades en base a la observación y tratamiento físico de los síntomas, y el Asipu, que era lo que en la actualidad llamaríamos “curandero”, ya que usaba yuyos, bálsamos y plegarias. 

Ambos podían especializarse en el cuidado de los animales y ambos tipos de tratamientos fueron practicados simultáneamente.

Aunque no se sabe exactamente qué prácticas realizaban los primeros veterinarios mesopotámicos estas estaban lo suficientemente desarrolladas como para identificar enfermedades relacionadas con el código legal de Eshnunna (circa 1930 a.C).

El famoso Código de Hammurabi (circa 1754 a.C) reconocía al veterinario como un tipo específico de médico y definía los honorarios de la profesión. 

El papiro veterinario de Egipto

Al tiempo que el código Hammurabi era terminado en Babilonia, los veterinarios egipcios ya eran reconocidos por sus aptitudes y ya habían escrito un libro sobre medicina veterinaria, llamado Papiro Kahun. 

No es sorprendente que la veterinaria se haya desarrollado a un alto nivel en el antiguo Egipto, ya que esta cultura apreciaba y veneraba particularmente a los animales. 

Es conocida la veneración que los egipcios tenían por los gatos, pero esto también se extendía a otros animales como el ganado. Toda vida animal era considerada sagrada, por lo que su dieta era casi vegetariana.

La historiadora Connie Lord, resalta que en el antiguo Egipto, los animales al igual que los humanos tenían altos niveles de enfermedades parasitarias, mientra que el fuerte sol de Egipto y las tormentas de polvo del desierto, debieron haber provocado un alta ocurrencia de enfermedades oculares, tanto en humanos como en animales.

Entre las enfermedades a tratar se encontraba la llamada nagana (tripanosomiasis animal) y que se contagia por la picadura de la mosca tse-tse. 

Las moscas contagiadas al picar a los animales con esta enfermedad, podían luego picar a las personas, causando la versión humana de la enfermedad, denominada enfermedad del sueño. 

El papiro trata principalmente sobre posibles tratamientos para el ganado, pero también se menciona a las aves, los perros y los peces.

Adelantos en la India

No se conoce si los avances de los sumerios (Mesopotamia) o de Egipto o si se desarrollaron ahí independientemente, pero para el período Védico (aproximadamente 1500-500 a.C.), los veterinarios ya ejercían y su profesión era respetada en la región. 

Según el historiador, R. Somvanshi, se tiene el conocimiento que los sacerdotes religiosos, eran quienes tenían la responsabilidad de mantener sano al ganado (sagrado en la India) fueron los primeros curanderos de animales o veterinarios. 

Los tratados médicos indios contienen capítulos y referencias sobre el cuidado de animales sanos y enfermos. Sin embargo, también había médicos que se especializaban en el cuidado de los animales, incluso de una única especie. 

Su obra, el Shalihotra Samhita, trata propiamente sobre medicina veterinaria, y se basa en la obra de Sushruta, pero adaptada de forma específica al tratamiento de animales.

Para los tiempos del famoso rey Ashoka (circa 268 - 232 a.C.), el primer hospital veterinario del mundo se fundó en la India, utilizando las ideas y técnicas de Shalihotra. 

La medicina veterinaria en Grecia y Roma

Los griegos siguieron el mismo patrón en el desarrollo de cierta forma de veterinaria al poco tiempo de la domesticación de animales.

Uno de los avances más significativos sobre el tema es el de Hipócrates, que hacía énfasis en una aproximación totalmente empírica al diagnóstico y tratamiento, tanto de humanos, como de animales

Para el año 130 a.C. un hombre llamado Metrodoro de Lama alcanzó la fama por su habilidad para sanar animales basándose en el trabajo de Hipócrates. Era especialmente conocido por tratar caballos, y era muy valorado como cirujano veterinario

No caben dudas de que las prácticas médicas griegas influenciaron a las romanas. El investigador médico Galeno reconoció la similitud entre la fisiología de los humanos y la de los animales. 

Su éxito en el tratamiento de pacientes humanos estaba influenciado en gran medida por su conocimiento de anatomía, derivado de su trabajo con animales. 

Galeno definió acertadamente que lo que era malo para un animal, probablemente lo sea para un humano,y como consecuencia, lo saludable para uno, probablemente lo era para el otro.

Aún así, hubo otro investigador que en el campo de la veterinaria fue más profundo que Galeno, el escritor romano Publius Flavius Vegetius Romanus, mejor conocido como Vegecio, autor de la “Guía de la medicina veterinaria”, libro que se convirtió en referencia para los veterinarios

Poco se sabe del autor, fuera de sus obras, que tratan acerca de las enfermedades y tratamientos aplicables al ganado y a los caballos. 

Los estudios de Vegecio, hicieron que muchos lo consideren el verdadero “padre de la medicina veterinaria”, por lo amplio de su trabajo y la influencia que tuvo en el desarrollo de la veterinaria.

No fue hasta la caída de la Iglesia como entidad unificadora de Europa y gracias en parte al Renacentismo (fines del siglo XVIII) que la medicina veterinaria volvió a ser considerada una profesión útil. 

Los veterinarios investigadores de ese entonces, no tenían conocimiento de la contribución de las civilizaciones antiguas, entonces para ellos, Hipócrates, Galeno y Vegecio, fueron los que sentaron sus bases de las primeras escuelas veterinarias de Europa. 

Actualmente, cientos de estudiantes eligen estudiar la carrera de Veterinaria en todo el mundo, donde les espera una carrera de sacrificio y muchos destinos distintos donde pondrán a prueba su vocación y pasión.